La adolescencia es un momento crítico en la vida de una mujer en la tiene lugar un conjunto de procesos hormonales que suponen el despertar de la mujer a la vida fértil y sexual. En este periodo de la vida podemos encontrarnos con distintas trastornos: alteraciones del ciclo que pueden ser más cortos o largos de lo habitual, dolor menstrual importante, incremento del volumen de las menstruaciones, etc. Estas alteraciones alteran la calidad de vida y aumentan el absentismo escolar.
La mayoría de las veces son cuadros transitorios que acaban corrigiéndose en uno o dos años y que pueden controlarse con tratamientos sintomáticos, complementos nutricionales y actitud expectante, si bien en algunas ocasiones debido a su severidad se hace necesario utilizar hormonas. Lo más importante es descartar otro tipo de patologías como el ovario poliquístico, explicarle el proceso a la adolescente y tranquilizarla, pues se debe a que el sistema hormonal está madurando y necesita un tiempo biológico de ajuste que es completamente normal. De persistir en el tiempo debe reevaluarse a la paciente en búsqueda de otros diagnósticos.
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Existen numerosos métodos anticonceptivos. Metodos de barrera (preservativo), anticoncepción combinada (píldoras, parches y anillos vaginales), píldoras con gestágenos (minipildora), dius metálicos (de cobre, plata u oro), dius hormonales, implantes subcutáneos.
Para seleccionar cuál es el mejor método anticonceptivo para ti es preciso realizar una historia clínica minuciosa, una exploración y una ecografia. En su elección influye la edad, la existencia de alguna patología o de algún factor de riesgo vascular, si eres fumadora, si estás lactando, etc. Por ello, es importante realizar una consulta ginecológica para asesorarte cual es el método anticonceptivo más adecuado para ti.
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